Gracias a las películas y series de televisión nos hemos forjado la idea (equivocada, según Russell) de que en un centro de rehabilitación de la adicción al sexo hay chicas rubias con grandes pechos y calientes todo el santo día...
...¡Pues nada más lejos de la realidad!
Así lo explica él:
“La mayoría de las personas en las terapias de rehabilitación de la adicción al sexo son
tíos bastante asquerosos. No hay rubias cachondas arrancándose la ropa y gritando
'dame más, dame más'. Todo lo contrario, no son más que tíos muy sucios que
en cuanto te descuidas se están auto-satisfaciendo en cualquier esquina.
No nos vayamos de la realidad: casi todos son pervertidos o pedófilos.
Pido perdón si a alguien le he quitado una falsa idea erótica al respecto”
¡Pues la verdad es que ya se nos han quitado las ganas de hacer esa terapia!
Hay que decir que en su época de mayor promiscuidad, Russell llegó a contratar varios asistentes dedicados a buscarle chicas con las que acostarse. El cómico culpa a su padre de introducirle en el mundo de la prostitución siendo aún un chaval, adicción que no podría quitarse hasta muchos años después, cuando se vio encerrado en una clínica compartiendo habitación con un pedófilo convicto.
¿Sabe Katy Perry en qué lío se está metiendo?
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